El paso del tiempo es universal en todo ser vivo, no solo las personas, sino también los perros son vulnerables ante el efecto del envejecimiento y necesitamos adaptar nuestro estilo de vida a una nueva etapa.
 
La esperanza de vida de los perros es más breve, aunque los perros pequeños tienen una esperanza de vida mayor que los de tamaño grande.
 
Cuando un perro envejece nos va avisando con algunos síntomas visibles como por ejemplo la aparición de las canas, el cambio de ritmo en los paseos, la pérdida de capacidad de los sentidos, la fragilidad en su salud , la pérdida de peso o la falta de apetito.
 
Nuestro perro necesita ponerse en movimiento y estar activo y aunque no tenga la vitalidad de siempre tiene que seguir haciendo ejercicio.
También lo notaremos en su boca pues puede perder algunas piezas dentales, por eso hay que ser constante en su limpieza a lo largo de su vida.
 
Es más propenso a sufrir determinadas dolencias como diabetes ,artrosis o cataratas, esto no debemos dejarlo de lado y lo lhay que llevarlo al veterinario para ayudarle a sobrellevarlas mejor.
 
Nuestro perro a partir de llos ocho o nueve años iniciará un envejecimiento cerebral al disminuir el tejido cerebral y se producirá un “Alzheimer canino “, siendo importante estar atentos ante cualquier síntoma de cambio en el comportamiento, además de pérdida de visión, oído o desorientación, hábitos higiénicos, alteración del sueño…
 
El veterinario nos ayudará con algún nutriente necesario y antioxidantes para ayudar a sobrellevar este proceso.
 
Tenemos que saber que la vejez también es una etapa digna de disfrutarla con nuestro mejor amigo, No abandonarlo y disfrutar de él y con hasta el último momento, sin olvidarnos que nos ha dado toda su vida sin esperar nada cambio y merece que nosotros le compensemos cuidándolo con amor  hasta que se vaya a su cielo.